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(cc) Imagen por: Yerard Jiménez Marte |
Como pecado, pernicioso pero placentero,
consumo tu cuerpo y tú el extracto de la calma.
Es decir un "te quiero" sin excitación
o esconder el arrebato de mi alma.
Erosiona mi piel la tentación, esa lava espesa de imprudencia,
de perversión, que envenena mi existencia.
Frenética seducción, me despojo de la tranquilidad,
colapsa ante mis ojos la paciencia.
La seducción quema la piel, la funde en el placer.
Excitación, temor, sudoración, demencia
en una esquina engavetada: el pudor y la decencia.
"Tún tún tún", un ruido extraño - Alguien toca la puerta-.
consumo tu cuerpo y tú el extracto de la calma.
Es decir un "te quiero" sin excitación
o esconder el arrebato de mi alma.
Erosiona mi piel la tentación, esa lava espesa de imprudencia,
de perversión, que envenena mi existencia.
Frenética seducción, me despojo de la tranquilidad,
colapsa ante mis ojos la paciencia.
La seducción quema la piel, la funde en el placer.
Excitación, temor, sudoración, demencia
en una esquina engavetada: el pudor y la decencia.
"Tún tún tún", un ruido extraño - Alguien toca la puerta-.
Yerard Jiménez Marte
Loco mestro
Loco mestro
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