de aquello que me hace falta o quizás sólo de ti.
Domesticando las ganas de estar contigo y sin abrigo.
Esto es ganas de todo... o quizás sólo es ganas de ti.
De aquellos labios de muerte a los que un día sobreviví,
tus oídos serán mi cuna mientras sienta ganas de ti.
Esclavo por cerrar un adiós, o quizás de verte,
regalarte un abrazo fuerte que te aleje de mi inspiración.
Terminar la historia, dejarla por dada,
acostarme sin las ganas del arroyo y mi aflicción.
Dejarlo todo e irme lejos...y simplemente decir adiós.
Hundirnos en el licor de los abrazos,
sorbiendo el elixir de tu regazo
para despertar del sueño
que a la deriva y sin dueño dejamos a la mitad.
Decir adiós sin que nos duela,
sin que corra por las venas el desistir.
Tomando el tren del destino,
aquel que convirtió en clandestinos los escritos de mi voz.
Estoy cansado de todo menos de presumir,
de aquello que me hace falta o quizás sólo es ganas ti.
Domesticando las ganas de estar contigo y sin abrigo.
Esto es ganas de todo... o quizás sólo es ganas de ti.
Los recuerdos zozobran en alta mar,
miradas perdidas en algún lugar,
plegarias asiduas si es que existe Dios,
sonrisas de tus labios devotos
recreando los momentos locos de un adiós.
Para decirnos adiós tendremos toda la vida
si nos vemos a escondidas entenderás mi voz.
Que nos miremos sin hacer ruido...
martiricemos al destino y que un abrazo sea nuestro adiós.
Estoy cansado de todo menos de presumir,
de aquello que me hace falta o quizás sólo es ganas ti.
Domesticando las ganas de estar contigo y sin abrigo.
Esto es ganas de todo... o quizás sólo es ganas de ti.
Fin.
Aquí podrán escuchar el poema recitado por el autor, disfrútenlo
Fin.
Aquí podrán escuchar el poema recitado por el autor, disfrútenlo
Este obra cuyo autor es:
Yerard Jiménez Marte
está bajo una
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